Observarnos con ojos de amor, de bondad y no desde la exigencia, nos permitirá conectar con las virtudes que tenemos y que podemos potenciar y desarrollar.

Si nos fijamos, por el contrario, en lo que nos falta, nos inundará una sensación de fracaso y de inseguridad que difícilmente nos va a ayudar a nuestro desarrollo personal. Será una montaña muy difícil de escalar desde su base.

Si por el contrario pensamos y creemos que ya somos buenos, no nos costará tanto esfuerzo mejorar un poquito, será como hacer cima desde el último campamento base.